El Instituto de las Mujeres ha publicado la infografía “Mujeres y Trabajo” correspondiente al primer trimestre de 2025, en el que se evalúan las brechas entre mujeres y hombres en el ámbito laboral.
A pesar de los avances normativos en materia de igualdad, los datos correspondientes al primer trimestre de 2025 evidencian que las desigualdades entre mujeres y hombres en el mercado laboral persisten en múltiples niveles: participación, condiciones laborales, brechas salariales y acceso a la toma de decisiones.
Las mujeres presentan menores tasas de actividad (54,04% frente al 63,36%) y de empleo (47,17% frente al 56,93%) que los hombres, y una tasa de paro superior (12,72% frente a 10,14%). Además, el empleo a tiempo parcial sigue feminizado: el 73,64% de las personas ocupadas en esta modalidad son mujeres. De igual forma, la temporalidad las afecta más: representan el 56,03% de los contratos temporales.
La segregación ocupacional continúa presente. Las mujeres predominan en sectores como sanidad (77,6%), educación (68,9%) y servicios domésticos (88,8%), mientras que su presencia es mínima en actividades como construcción (8,9%) e industrias extractivas (19%). Esta distribución desigual limita sus oportunidades de desarrollo profesional.
En el ámbito salarial, la brecha se mantiene: el salario medio anual de las mujeres en 2022 fue un 17,1% inferior al de los hombres (24.359,82 € frente a 29.381,84 €). Además, un 24,2% de ellas percibió un salario igual o inferior al SMI, frente al 10,3% de los hombres.
Los datos también reflejan que el trabajo de cuidados continúa recayendo desproporcionadamente sobre las mujeres. Un 16,37% de las trabajadoras a tiempo parcial lo hacen por responsabilidades de cuidado, frente al 3,54% de los hombres. Asimismo, el 83,16% de las excedencias por cuidado familiar son solicitadas por mujeres.
En cuanto a la representación en el poder económico, aunque las mujeres ocupan el 41,27% de los consejos de administración en empresas del Ibex35, solo el 7,40% son consejeras ejecutivas. En puestos de alta dirección, la presencia femenina es aún minoritaria (26,31%).
Los datos muestran que las mujeres continúan enfrentando desigualdades estructurales en el mercado laboral, tanto en acceso como en condiciones.
Abordar la segregación, la corresponsabilidad y la brecha salarial debe seguir siendo prioritario en las políticas públicas y en la acción empresarial.